Con la práctica del pádel tú te marcarás tus propias metas. ¿Mejorar el saque? ¿Jugar más partidos? ¿Participar en un torneo?
Serás tú quien se marque sus metas y objetivos a conseguir a corto, medio y largo plazo, por lo que es un medio perfecto para superarte a ti mismo.
Además, trabajar en conseguir tus metas requerirá un compromiso por tu parte, que se suma al adquirido con tu compañero de equipo. Esto se convertirá en un hábito que se trasladará también a tu día a día.
El pádel es un deporte de parejas. Por eso tus acciones durante el juego los afectarán a ambos. El trabajo para conseguir los mejores resultados, saber cuándo actuar y cuándo dejar hacer a tu compañero, responsabilizarte de las acciones como equipo… son valores imprescindibles también fuera de las cuatro paredes de la pista.
Al ser un deporte social, el pádel es muy divertido.
Desde el primer punto, e independientemente de tu nivel, el pádel te permitirá reírte y disfrutar en todo momento del juego y de la compañía.
¿Qué mejor que hacer deporte y disfrutar al mismo tiempo?
Siempre resulta fácil encontrar gente con quien echar un partido.
Amigos, compañeros de trabajo, compañeros de clases… Con el pádel podrás conocer nuevas facetas de personas con las que hasta ahora te habías relacionado en otros ámbitos y, además, ¡podrás disfrutar de un tiempo extra de diversión tomando unas cervezas después del partido!
Si hasta ahora no estabas seguro de animarte a convertir el pádel en parte de tu rutina, con estas razones ¡no tendrás excusa para no hacerlo!
El día a día nos hace acumular preocupaciones, trabajos por hacer, tareas pendientes… lo que poco a poco aumenta nuestro nivel de estrés.
En el pádel encontrarás la fórmula perfecta para desconectar del mundo exterior.
En Underground Pádel estarán tus compañeros de partido y tú. Incluso si el partido es con compañeros de trabajo, el pádel te ayudará a no pensar en otra cosa y desconectar de las preocupaciones.
Es evidente. El padel es un deporte de coordinación y reflejos por lo que con cada práctica irás trabajando en estas cualidades, que se verán mejoradas también en los demás aspectos de tu día a día.
Como toda actividad deportiva, la práctica del padel te ayudará a tonificar los músculos, especialmente de piernas y glúteos, aunque los brazos, cintura y espalda también se verán fortalecidos con los diferentes movimientos necesarios para realizar las jugadas.
El pádel es un ejercicio aeróbico, por lo que, como todos los ejercicios de este tipo, al realizarlo de forma moderada te ayudará a fortalecer y mantener joven tu corazón.